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Buscando alivio emocional

Relaciones sentimentales, cambios de casa, de ciudad de residencia, trabajos diferentes, amistades,… Y en este continuo fluir de nuestra existencia, lo que pensábamos que era eterno, insustituible e imposible de perder, se torna en algo diferente, cambia de intensidad, de sentido o incluso llega a desaparecer…

Establecemos lazos afectivos y emocionales con las personas que nos rodean: pareja, amigos, familiares,… Estos lazos, en ocasiones, son tan estrechos y sinceros que resulta muy complicado poder desprenderse de ellos.

Lo mismo ocurre, por ejemplo, con puestos de trabajo que nos dan esa estabilidad que necesitamos, donde sembramos todas nuestras expectativas de futuro y son el sustento de nuestra vida…

Pero un día, todo cambia…

¿Y cómo superar esa pérdida?

Nos vemos inmersos en el cierre de un círculo en el que nos encontrábamos cómodos, en un movimiento armonizado donde teníamos nuestra calma, hallábamos nuestra seguridad y encontrábamos nuestra felicidad…

¿Cómo “despegarnos” emocionalmente de ese ciclo en el que éramos tan felices?

Cuando terminamos una relación sentimental con la persona con la que habías entablado un proyecto de vida en común, cuando finaliza una buena amistad, cambias de trabajo, o simplemente, por la razón que sea, el estilo de vida que llevaba da un giro de 180 grados, sufrimos cambios muy acusados a nivel emocional.

Nuestro día a día, nuestra vida en general, está regida por esas costumbres, por esos hábitos que forman un conjunto de pequeños detalles que nos gobiernan…

emocionesPero parece que nada es para siempre, ningún universo es eterno y todo este mundo del que formamos parte está en continuo cambio. Y al mismo tiempo, por muy claro que tengas todo esto, sientes miedo, miedo a lo desconocido, miedo a lo que está por llegar… Nuestras costumbres y hábitos, todo lo que hacíamos con esa persona que ya no está a nuestro lado, han dejado de sucederse… Él o ella ya no están… y sientes miedo, no te imaginas viviendo con ese vacío, ni al lado de otra persona que cubra su lugar… Y el trabajo que nos obligaba a levantarnos cada mañana no existe… Tus hijos se han ido de casa y ya no haces todas esas tareas que antes les dedicabas… En definitiva, ya no tenemos marcadas las mismas pautas, las mismas costumbres, los mismos hábitos,… Y eso duele… Y te preguntas ¿cómo podrás afrontarlo? Te llegan emociones en forma de miedo, ansiedad, tristeza, nostalgia… Muchas  veces quieres esconderte del mundo, desaparecer o hacerte muy pequeño para que nadie te vea, para que nadie te pregunte, para que nadie sea testigo de lo que estás padeciendo, para que nadie se lamente por verte fuera de ese círculo que te movía con tanta armonía y que hacía tu día a día mucho más fácil…

Pues bien, teniendo en cuenta que ningún universo es eterno, que lo que hoy está, puede que mañana desaparezca, esa desolación que ahora estás sintiendo tampoco es para siempre…

1-    Debes tener muy claro que ese sufrimiento que ahora padeces, es necesario vivirlo. Esto forma parte del proceso de cambio. Tu mente y tu cuerpo necesitan ese ejercicio de introspección para reflexionar y asumir todos los cambios que ahora te vienen encima. Mira al sufrimiento desde el aprendizaje, esto es algo muy humano que debemos poner en práctica. No veas las experiencias que suponen un cambio radical en tu vida desde la negatividad… A veces las cosas suceden por algo, el cambio es parte de nuestra naturaleza y debemos aceptarlo… Trata de crecer todo lo que puedas ante las adversidades y se paciente…

2-    Aprende a gestionar tus emociones. Es muy probable que sientas miedo, ira, angustia, tristeza, rabia,… Todas estas emociones forman parte de ti y debes sentirlas, reconocerlas y expresarlas. No quieras hacerte fuerte, no trates de mostrar indiferencia, esto no es del todo posible y las emociones reprimidas nunca te ayudan a superar una etapa de cambio. Al contrario, si las reprimes, se van a quedar ahí, en lo más profundo de tu ser, en ese subterráneo doloroso y podrán dañar tu salud o volver a salir cuando menos te lo esperes…

Sentir rabia, pena, ira, tristeza,… no está mal. Tampoco está mal que llores, pero sólo por un breve periodo de tiempo… Siente todo esto para después aprender a gestionar y racionalizar  todas estas emociones.

3-    Intenta vivir el presente, tu “aquí y ahora”. Esto implica admitir el sufrimiento que ahora padeces y adaptarte a tu nueva forma de vida lo antes posible. Piensa que esa ruptura, esa pérdida, ese cambio,… YA pertenece a tu pasado…

Debes asumir tu tristeza, lo que estás sintiendo, sabes perfectamente que estás sufriendo una crisis emocional y que todo esto forma parte de tu presente… Pero no olvides que tienes una responsabilidad para contigo mismo: debes reaccionar, debes actuar y debes generar ese movimiento que te ayude a ocuparte de tus responsabilidades y, sobre todo, debes invertir tiempo en TI. Los días pasan y debes encontrar tu lugar en ellos, sigue el ciclo que te lleva a lo que mereces, recupera tu felicidad, asume tu pasado, pero centra tu energía en verte bien y con toda la seguridad que hay dentro de ti.

Poco a poco el día te irá trayendo nuevas emociones, nuevas ilusiones,… Si pensabas que no podías olvidar a esa persona o verla desde otra perspectiva iras viendo que sí, que es posible, que estás cerrando un círculo de tu vida para iniciar otro nuevo…

emocionalCada persona es un mundo y no todos necesitamos el mismo tiempo para aprender a gestionar un cambio… Pero la vida es maravillosa y merece la pena vivirla al cien por cien con todos los cambios que te va ofreciendo, con todo lo que te va quitando y con lo mucho que nos va dando…

Cambiar es aprender, estamos en continuo aprendizaje, en una prueba constante en la que medirnos con nosotros mismos para tratar de encontrar cada día nuestro pedacito de felicidad…

Procura tener las cosas claras y no inviertas tiempo, esfuerzo y esperanza en quien no lo invierte en ti…

La vida puede ser complicada, dolorosa y llena de cambios y altibajos.

Hay días en los que  incluso levantarse de la cama es demasiado complicado… Pero… ¿sabes una cosa? Resulta que siempre tendrás otros días, otras personas, otros tiempos y otras historias que hacen que valga la pena.

Siempre será un nuevo comienzo, nuevas oportunidades, maravillosas emociones… Las sorpresas, las coincidencias y encuentros pueden cambiarlo todo… Ten paciencia y recuerda que según como mires hacia delante será tu desanimo o entusiasmo…

Fuente: Helena Gorostidi Zambrana